La recuperación de calor
Las personas pasamos el 90 % de nuestra vida en estancias cerradas. Que nos encontremos a gusto depende de muchas variables pero en gran medida de la calidad del aire del recinto. Para ello resulta determinante que el aire sea limpio y con gran contenido en oxígeno, características a las que la normativa nos lleva a cumplir. Sin embargo, en el 80 % de los casos ventila mal su vivienda sin saberlo. Las ventanas se abren brevemente y sin continuidad ni regularidad y no hay ventilación cruzada. En consecuencia, el aire solo se intercambia de manera incompleta y permanece en el recinto. Muchas veces, la falta de ventilaciones periódicas y repetidas también se debe a que el modelo actual de construcción de viviendas, de gran estanqueidad al aire, provoca que «abrir las ventanas» no sea suficiente, ya casi no quedan infiltraciones en la vivienda de aire. La presencia de aire nuevo no viciado en las habitaciones es imprescindible para conservar la salud y aumentar el bienestar y el rendimiento. Las envolturas de los edificios modernos, construidas conforme al estado actual de la técnica, son cada vez más estancas. Debido a ello, la renovación del aire que se produce de manera natural dista mucho de ser suficiente para transportar hacia el exterior tanto las sustancias nocivas como la humedad y el CO2, produciendo el llamado síndrome del edificio enfermo.
Principio básico de ventilación mecánica controlada con recuperador de calor de la vivienda. En un edificio de aislamiento impermeable al aire, la ventilación de la vivienda tiene el cometido de garantizar una renovación suficiente del aire en cuatro niveles:
1. ventilación permanente a modo de protección contra la humedad.
2. ventilación reducida durante la ausencia de los usuarios.
3. ventilación nominal durante el uso normal.
4. ventilación intensiva para evacuar picos de carga al lavar, cocinar, etc…
El sistema de ventilación mecánica de viviendas recoVAIR lo hace posible, tanto en casas como en pisos, para todas las posibilidades domésticas. De manera constante, saca hacia fuera el aire usado y «sucio» de las habitaciones y suministra aire limpio procedente del exterior. Además, la recuperación automática de calor permite un ahorro de energía muy importante. La unidad de ventilación doméstica mecánica para la renovación del aire con recuperación de calor se distribuye mediante un sistema de canalización con conductos circulares o planos de ventilación. Las habitaciones y dormitorios reciben aire limpio y nuevo a través de las aberturas de suministro de aire. El aire viciado se evacua de los puntos húmedos como la cocina, el baño y el váter a través de las bocas de extracción. Las corrientes de aire pasan desde las áreas de aire suministrado hasta las áreas de aire de extracción a través de las estancias intermedias de paso (p.ej., el pasillo o la caja de la escalera). Estas zonas se denominan zonas de transferencia del aire. De esta manera se consigue limpiar el aire de toda la vivienda, llevando a cabo un correcto barrido. El regulador de calefacción esta controlado mediante la sonda exterior calorMATIC 470/4 modula el funcionamiento de la unidad de ventilación doméstica conforme a la calidad del aire ambiente en función de las necesidades. Para poder utilizar de forma óptima el recuperador de calor de contracorriente cruzada de la unidad de ventilación mecánica, es especialmente importante que la envolvente del edificio sea muy estanca.
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