Corea del Sur ha finalizado la construcción de la mayor planta del mundo de energía generada por el movimiento de las mareas, capaz de proveer electricidad a medio millón de personas. La planta de Shihwa comenzará a funcionar a plena capacidad el próximo mes de diciembre.
Seis de los diez generadores de la planta eléctrica, que se localiza en la costa occidental surcoreana, comenzaron a funcionar el pasado mes de agosto de manera progresiva, informa Efe. La instalación tendrá una capacidad de generación de 254.000 kilovatios al día, lo que, de acuerdo con la agencia, que cita fuentes surcoreanas, la convierte en la mayor planta mareomotriz del mundo, por delante de la de Rance (noroeste de Francia), que genera 240.000 kilovatios diarios y comenzó a operar en 1966.
Se espera que la planta surcoreana de Shihwa comience a funcionar al cien por cien de su capacidad en diciembre y pueda reducir el consumo de crudo del país en 860.000 barriles anuales, además de evitar la emisión de 320.000 toneladas de CO2 a la atmósfera.
La central se ha instalado en el borde de un lago artificial frente al mar cercano a Seúl, y ocupa una superficie de 140.000 metros cuadrados. Diez turbinas de 25,4 megavatios y ocho compuertas operan en la parte inferior de esta estación de 15 pisos de altura, cuya construcción se inició en 2004 y ha supuesto un desembolso de 335 millones de dólares.
El presidente surcoreano, Lee Myung-bak, ha destacado en que esta instalación es un símbolo de la intención de su Gobierno de desarrollar las energías renovables. «Esta planta no es solo un símbolo de crecimiento verde, sino que representa una tendencia que el mundo deberá seguir», ha indicado. Según el Gobierno surcoreano, durante el mandato de Lee Corea del Sur ha aumentado su autosuficiencia energética del 7 al 15 por ciento del total de sus necesidades eléctricas.
Este proyecto que ahora es nombrado como mayor planta mareomotriz del mundo pero no le va a durar demasiado ya que hay grandes proyectos en desarrollo, como por ejemplo en la misma región, también en Corea, existen actualmente dos grandes proyectos en construcción. El menor de ellos denominado Ganghwa se espera que esté terminado en el año 2015 y producirá unos 812 megavatios de energía. La otra central, denominada Incheon, llegará a producir 1320 megavatios y se espera esté completada en el año 2017.
Entre los proyectos más importantes en estudio se encuentra el de Severn Barrage en el Reino Unido. Con esta gran central se pretenden solucionar varios problemas con una única solución, ya que durante siglos se había planificado la construcción de una presa que hiciera las veces de puerto, también se quería comunicar Gales con el sur de Inglaterra a través de tren y se quería construir una plataforma para prevenir posibles inundaciones. Si este proyecto llega a construirse, podría generar 8.640 megavatios de energía, convirtiéndose en la mayor del mundo, al tiempo que se convertiría en una obra de ingeniería única en su especie.
Características de la energía mareomotriz
La explotación de la energía potencial correspondiente a la sobreelevación del nivel del mar aparece en teoría como muy simple: se construye un dique cerrando una bahía, estuario o golfo aislándolo del mar exterior, se colocan en él los equipos adecuados (turbinas, generadores, esclusas) y luego, aprovechando el desnivel que se producirá como consecuencia de la marea, se genera energía entre el embalse así formado y el mar exterior.
Esta energía es, sin embargo, limitada; la potencia disipada por las mareas del globo terrestre es del orden de 3 TW, de los cuales sólo un tercio se pierde en mareas litorales. Además , para efectividad la explotación, la amplitud de marea debe ser superior a los 4 metros, y el sitio geográfico adecuado, lo que elimina prácticamente el 80% de la energía teóricamente disponible, dejando aprovechables unos 350 TW-hr por año (Bonefille, 1976).
Uno de los mayores inconvenientes en la utilización aparece precisamente debido a las características inherentes al fenómeno de las mareas. En efecto, como el nivel del mar varía (con un período del orden de 12 has. 30 min. en las zonas apuntadas), a menos que se tomen las precauciones necesarias, la caída disponible (y la potencia asociada) varían de la misma forma, y por lo tanto se anulan dos veces por día. Además, la marea sigue el ritmo de la luna y no del sol, de manera que hay un retardo diario de 30 min., en las horas en que dichas energía está disponible. Los esquemas teóricos diseñados para salvar esta dificultad resultan antieconómicos y actualmente el problema solo se puede resolver con regulación externa o interconexión.
Como contrapartida, un análisis del promedio de amplitudes demuestra que, a los fines prácticos que se persiguen, el mismo puede considerarse constante a lo largo del año e incluso con el transcurso de los mismos (investigadores franceses y rusos señalan diferencias de 4 al 5% en 18 años ); desapareciendo el riesgo de los períodos de sequía, característicos de las centrales hidroeléctricas.
Fuente: energias-renovables.com